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    Olfato, primer sentido que se activa en un bebé

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    Claudia Peralta Vázquez |

    Xalapa, Ver.- Un estudio realizado en el Instituto de Neuroetología de la Universidad Veracruzana (UV) demuestra que los sentidos olfativo y gustativo son los primeros que funcionan y se activan durante los primeros minutos del nacimiento, pues los bebés son capaces de detectar componentes químicos presentes en el líquido amniótico y en el calostro, principalmente.

    Así lo informó para Universo la investigadora Ana Gloria Gutiérrez García, adscrita desde hace 22 años a esta casa de estudios y quien trabaja sobre la línea de generación y aplicación del conocimiento (LGAC) Neurofarmacología y neuroquímica de la conducta, con el proyecto “Participación del sistema olfativo en la conducta emocional”.

    El propósito de sus indagaciones, realizadas a lo largo de diez años, es conocer cómo nuestra conducta se modifica ante la percepción de olores, feromonas, sustancias de alarma o de afinidad, atracción y preferencia.

    “Al igual que otras especies tenemos un sistema olfativo funcional antes y después del nacimiento que nos hace capaces de detectar algunas sustancias químicas y sobrevivir en esa etapa tan vulnerable del desarrollo.”

    Ante la curiosidad por saber qué origina el apego y reconocimiento de un bebé hacia su madre durante los primeros minutos de nacido, un primer estudio se enfocó en identificar sustancias químicas que fungen como señales o claves olfativas en el líquido amniótico, calostros y leche materna.

    “Se ha visto que el recién nacido trepa por el vientre en busca del seno materno para empezar la succión”.

    Sobre lo anterior, han surgido diversas teorías psicológicas sin ningún tipo de hipótesis de comprobación, dijo la especialista en el área de Psicobiología y en Neurociencias de la Conducta, egresada de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

    Precisó que durante el desarrollo de este trabajo respaldado por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), UNAM y UV, se tomaron muestras de 24 mamás y de sus respectivos bebés, cuya conducta fue evaluada después de darles a oler torundas (pequeñas pelotas de algodón) impregnadas con diferentes fluidos biológicos como calostro, leche o líquido amniótico.

    Mientras olían los fluidos de otras mamás, los recién nacidos no mostraron ningún gesto, situación contraria al momento de tener contacto con los de sus madres, pues tuvieron más reacciones de orientación.

    “Medimos qué expresiones faciales tenían cuando eran expuestos al olor, cuando era de su mamá mostraban mucha preferencia, hacían movimiento de succión”.

    Por ello, para saber qué mediaba ese tipo de conductas, se analizó el líquido amniótico, el calostro y la leche materna como fluidos maternos trasnatales.

    Esta investigación, apoyada por la Unidad de Servicios de Apoyo en Resolución Analítica (SARA) y estudiantes del posgrado en Neuroetología de la UV,  reveló que en dichas sustancias hay ciertos componentes químicos cuya proporción es similar en cada uno de estos tres fluidos.

    “Creemos que son pistas o claves olfativas con las que el bebé se encuentra fuera del vientre y le son familiares porque estuvo con ellas conviviendo varios meses”.

    Estudio revela que sustancias influyen en el reconocimiento del bebé y su madre a los pocos minutos del nacimiento

     

    Se trata de ocho ácidos grasos encontrados en la misma proporción en el líquido amniótico y en el calostro, principalmente.

    Por tanto, una combinación compleja de estímulos químicos, incluido el olor del ácido mirístico ─ácido graso saturado que se encuentra en especies animales y vegetales─, puede integrar señales sensoriales que guían a los recién nacidos al seno materno.

    “Nuestros hallazgos también sugieren que hay mecanismos filogenéticos endógenos que permiten la identificación de nutrientes esenciales”.

    Estos ácidos grasos, que se detectan en el líquido amniótico, así como sus combinaciones son comúnmente encontrados en muchas fuentes naturales de nutrición y algunos productos cosméticos, agregó.

    Dicho hallazgo apoya el uso de cosméticos para bebés y cuidado de la piel que tienen una composición similar, como el aceite de coco.

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