Coatepec, Ver.- Monseñor Sergio Obeso Rivera ofreció una conferencia de prensa en la que expuso que el nombramiento de Cardel, dado por el Papa Francisco durante la celebración de Pentecostés el pasado domingo, es una forma de decirle gracias por la tarea realizada durante muchos años en la iglesia católica.
«No es encomendarme una tarea, eso ya pasó, este nombramiento es la forma del Santo Padre de decirme: no lo olvidamos» y se dijo muy sorprendido porque al enterarse de la notica por la llamada del arzobispo Hipólito Reyes, «fue una sorpresa total para la que no estaba preparado, pero donde manda capitán, no gobierna marinero, y lo que dije fue: «estoy a su órdenes Santo Padre en lo que pueda servir a la iglesia».
El próximo 31 de octubre cumpliría 87 años y este reconocimiento lo entiende como un agradecimiento a un servicio ya dado durante muchos años a la iglesia, no como un nuevo servicio: «ya mis capacidades están bastante limitadas y sólo agradezco porque sé el gusto que le da a muchas personas esta distinción, no tanto para mi persona sino una distinción para el estado de Veracruz».
Hasta ahora no tiene comprado el boleto para viajar a Roma «porque fue una sorpresa y así sucede con lo que va a venir, solo sé que debo estar muy agradecido con el Señor y para los que tenemos la misma fe, por la oportunidad de alegrar a tantas personas a quienes no voy a defraudar tantas esperanzas que muchos siguen poniendo en mi».
«Voy a seguir siendo emérito, es decir, estar fuera de la jugada», resaltó.
Y aunque no quiso responder a la situación política del estado, reconoció que no estamos en los mejores momentos de Veracruz: «debemos buscar superar estas circunstancias que a todos nos acongojan, todas las atrocidades que pasan en nuestro querido estado».
Y pronunció el mensaje, sin ninguna otra autoridad sino la de compartir la fe, de tener que aportar, cada quien desde su contexto, un grano o una tonelada de arena «para que esta situación tan angustiosa en la que estamos viviendo pase y que volvamos a ser un estado que sabe sonreír».
El emérito comentó que conoce al Papa Francisco, como lo conoce la mayoría y por un libro que leyó acerca de su vida. «Pero su misma persona es un evangelio viviente y como nos está diciendo cómo debemos actuar, con esa sencillez y acercamiento a los más necesitados que lo ha distinguido».
Con dificultad para escuchar bien, contestó a los reporteros que asistieron a este llamado para hablar del nombramiento que recibirá y que ha sido de júbilo para los católicos y los que no. Y con la simpatía y buen humor que lo ha caracterizado siempre, así se mostró este día ante los medios.
