Por: Vania López Glez.
A escasos cuatro meses de que deje de gobernar Miguel Ángel Yunes Linares, se nota un ambiente en movimiento, si bien sectores empresariales se mostraban al margen antes de las elecciones, esperando a quien llegará al poder los próximos seis años, se mantenían en lo oscurito para no hacer nada que hiciera enojar al mandatario veracruzano, con el fin y la ilusión de que cubriera si no al cien por ciento, por lo menos una parte de los adeudos millonarios de Javier Duarte.
Y tal parece que Duarte solo fue la bandera de campaña para el actual gobernador, pues después de la elección no volvió a mencionar su nombre ni sobre los recursos rescatados. Ahora se dice que se concentran en obtener la secretaría nacional del PAN para Miguelito.
De igual manera las redes sociales de “reconocidos” periodistas veracruzanos se quedaron en el silencio, pues en campaña eran notas sucias contra el gobernador electo, Cuitláhuac García Jiménez. Guerra sucia que no arañó resultados y fue la democracia en las urnas la que ganó.
Hoy en día, vemos a la iniciativa privada y a la sociedad en general caminando de la mano del próximo mandatario veracruzano, parecería que ya es a él a quienes ven como autoridad y no a quien está por concluir. Ni hablar, el tiempo tomó la razón y fue la misma sociedad quien eligió. Hoy parece que Cuitláhuac ya es gobernador.
